Más de 2.5 millones de canastas entregadas en recesos escolares
El Gobierno mantiene la alimentación escolar incluso fuera del calendario académico, llegando a zonas históricamente olvidadas.

Durante los recesos escolares de los últimos tres años, el Gobierno ha asegurado la entrega de más de 2.5 millones de canastas alimentarias para que niñas, niños y adolescentes sigan recibiendo comida aun cuando no hay clases. La estrategia ha llegado a regiones con altos niveles de inseguridad alimentaria como Nariño, Caquetá, Putumayo, Vaupés y Norte de Santander, donde muchas familias enfrentan dificultades para garantizar la alimentación diaria.
Además de las canastas, la articulación con el ICBF permitió distribuir más de 400.000 bolsas de bienestarina, un complemento nutricional clave para los estudiantes durante las semanas de receso. Las entregas se coordinaron con rectores, cabildos indígenas, juntas de acción comunal y autoridades locales para llegar a comunidades rurales, apartadas y urbanas vulnerables.
Las canastas incluyeron productos mejorados y adaptados a cada territorio, garantizando alimentos suficientes para preparar en casa. Para muchas familias, especialmente las de zonas rurales, este apoyo se ha convertido en un alivio que reduce gastos en temporada de vacaciones y evita riesgos de desnutrición infantil.
Por primera vez, la alimentación escolar no se detiene en vacaciones. La continuidad de esta estrategia marca un cambio importante para los territorios que históricamente no habían sido cubiertos en recesos, asegurando que miles de niños y adolescentes no pierdan el acceso a una comida esencial cuando más la necesitan.




