Los limpiavidrios: un riesgo latente en las calles de Ibagué
Pese a operativos puntuales, falta presencia permanente de la Alcaldía y Policía para frenar conductas agresivas en intersecciones clave.
Aunque la Administración Municipal y la Policía Metropolitana de Ibagué realizaron un reciente operativo en la Quinta con calle 60, la realidad es que los limpiavidrios siguen siendo un dolor de cabeza para los ciudadanos. No se trata solo de una actividad informal, sino de un fenómeno que en muchos casos bordea el acoso y la intimidación. Varios conductores han denunciado actitudes agresivas cuando se niegan a entregar dinero, lo que convierte a estas esquinas en escenarios de tensión constante.
La intervención del 16 de mayo parece más una respuesta mediática que una solución estructural. Las autoridades aseguran que hacen control y pedagogía, pero lo cierto es que apenas se retiran, las mismas personas regresan como si nada. La ausencia de una política seria y sostenida deja claro que ni la Alcaldía ni la Policía han asumido este problema con la firmeza que amerita. Ibagué no necesita operativos esporádicos, necesita presencia constante y estrategias que protejan tanto a los conductores como a los propios trabajadores informales.
Detrás de este panorama también se esconde una dejadez institucional. Mientras los ciudadanos siguen expuestos a la agresividad y al riesgo de daño en sus vehículos, las entidades responsables se limitan a declaraciones y registros. La convivencia no puede depender del azar ni de operativos aislados. Urge una respuesta real y sostenida que recupere el control de las calles y garantice seguridad a quienes, cada día, cruzan estas intersecciones convertidas en tierra de nadie.
